El Parque Nacional de Garajonay acoge en sus límites la mejor representación del bosque de laurisilva existente en el Archipiélago. Declarado, en 1986 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sus 3.948 hectáreas, ofrecen la imagen que podrían tener, hace millones de años (Terciario), el sur de Europa y norte del continente africano. Esta vegetación relíctica, auténtico fósil viviente, tiene su representación actual en determinados enclaves de los archipiélagos macaronésicos.
Durante unas pocas semanas, generalmente en el mes de abril, el suelo de la selva de Garajonay se cubre de geranios canarios que aquí, en el fayal-brezal, forman extensos tapices. A este acontecimiento primaveral se unen las retorcidas formas de la laurisilva, que envueltas por las nieblas casi constantes confieren al paisaje un aspecto de ensueño.
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El Parque Nacional de Garajonay acoge en sus límites la mejor representación del bosque de laurisilva existente en el Archipiélago. Declarado, en 1986 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sus 3.948 hectáreas, ofrecen la imagen que podrían tener, hace millones de años (Terciario), el sur de Europa y norte del continente africano. Esta vegetación relíctica, auténtico fósil viviente, tiene su representación actual en determinados enclaves de los archipiélagos macaronésicos. Durante unas pocas semanas, generalmente en el mes de abril, el suelo de la selva de Garajonay se cubre de geranios canarios que aquí, en el fayal-brezal, forman extensos tapices. A este acontecimiento primaveral se unen las retorcidas formas de la laurisilva, que envueltas por las nieblas casi constantes confieren al paisaje un aspecto de ensueño. [+]
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